Una identidad visual para el festival Micro, construida a partir de la tensión entre lo micro y lo macro.
La identidad visual del festival Micro se construye a partir de una idea central: la tensión entre lo micro y lo macro. Este concepto se traduce gráficamente en un juego visual constante entre elementos mínimos —los píxeles— y composiciones de gran escala, generando un sistema gráfico versátil, dinámico y con fuerte carga conceptual.
Los píxeles se convierten en el eje visual de la propuesta: aparecen como textura, como fondo, y como relleno tipográfico. Su origen no es arbitrario: cada uno de ellos proviene de imágenes reales de los grupos participantes en el festival, lo que aporta sentido, cohesión visual y una narrativa implícita. A través de estos píxeles, lo pequeño se amplifica y se convierte en parte del todo, reflejando la esencia del proyecto.
La identidad juega con grandes bloques tipográficos que contrastan radicalmente con los micropatrones generados por los píxeles. Esta dualidad genera tensión visual y ritmo gráfico. La gama cromática nace directamente de las fotografías base, resultando en una paleta vibrante, energética y cambiante, que aporta frescura y adaptabilidad a cada pieza sin perder unidad visual.
Micro no es solo un festival: es un espacio de encuentro entre escalas, formatos y experiencias. Su identidad gráfica trasciende lo decorativo para convertirse en una extensión del propio concepto curatorial. Cada aplicación —ya sea cartel, pantalla o entrada digital— refuerza la narrativa micro/macro, generando una experiencia visual inmersiva, coherente y flexible.